problemas de sobrepeso con 50 años comiendo bastante bien

Comiendo bastante bien y haciendo ejercicio varios dias a la semana llevo varios años engordando por lo menos a tres Kg. por año y me preocupa quisiera si alguien me puede decir algo que poder hacer, pues mi cuerpo está cambiando bastante.

1 comentario

  • Laura
    22-07-2013 a las 16:09

    Hola soy Laura. Quizas lo que te diga ya lo sepas o no. Te paso un articulo muy bueno que te puede servir. Elija una dieta sana AUNQUE los médicos de hoy están preparados para tratar las enfermedades, uno de ellos dijo: “La salud, por extraño que parezca, no es nuestro campo. La salud es responsabilidad de cada persona”. Joe, mencionado en el artículo anterior, aceptó su responsabilidad después de operarse a causa de una arteria coronaria seriamente obstruida. Efectuó los cambios necesarios en su dieta y cosechó resultados excelentes. “Tu problema coronario ha mejorado, Joe —le anunció su médico—. La dieta que has seguido ha surtido efecto.” ¿Qué tipo de ajustes tenemos que hacer en la dieta? ¿Cómo podemos responsabilizarnos de nuestra salud y comer de forma que la mejoremos? La base de una dieta sana Una dieta sana estriba en hacer buenas selecciones entre los alimentos que están a disposición de uno. A tal efecto, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomienda el uso de una guía de alimentos en forma de pirámide de cuatro niveles. (Véase la página 12.) En la base de la pirámide se hallan los carbohidratos complejos, como el pan, los cereales, el arroz y la pasta. Estos alimentos son el fundamento de una dieta sana. En el segundo nivel hay dos secciones iguales: las hortalizas y las frutas, que también son carbohidratos complejos. La mayor parte de su dieta diaria debería constar de alimentos pertenecientes a estos tres grupos. El tercer nivel comprende dos secciones más pequeñas. Una corresponde a alimentos como la leche, el yogur y el queso, y la otra incluye carnes, aves, pescado, legumbres secas, huevos y frutos secos. Solo deben ingerirse cantidades moderadas de alimentos de estos dos grupos. ¿Por qué? Porque la mayoría de ellos son ricos en colesterol y grasas saturadas, que pueden incrementar el riesgo de enfermedades coronarias y cáncer. Finalmente, en la cúspide de la pirámide se halla una zona reducida que contiene las grasas, los aceites y los dulces. Estos alimentos, que aportan muy pocos nutrientes, deben consumirse en pequeñas cantidades. Han de escogerse más alimentos de la parte inferior de la pirámide, y menos de la superior. En lugar de seleccionar siempre lo mismo en las secciones de la parte inferior de la pirámide, es conveniente experimentar con una diversidad de alimentos de ellas. La razón estriba en que cada producto alimenticio tiene una combinación diferente de nutrientes y fibra. Algunas verduras y frutas, por ejemplo, son fuentes importantes de vitaminas A y C, mientras que otras son ricas en ácido fólico, calcio y hierro. No sorprende que las dietas vegetarianas estén cobrando cada vez mayor popularidad. “Hay datos que muestran con contundencia que los vegetarianos tienen menos riesgo de padecer obesidad, [...] estreñimiento, cáncer de pulmón y alcoholismo”, dice la dietista Johanna Dwyer en la revista FDA Consumer. Y, contrario a lo que algunos creen, con una buena planificación, aun las dietas que excluyen la carne “pueden satisfacer las cantidades mínimas de nutrientes recomendadas”, según las pautas dietéticas de 1995 del gobierno estadounidense. Una norma importante para todos es mantener la ingestión de grasa por debajo del 30% del total de calorías, y las grasas saturadas por debajo del 10%. Es posible alcanzar este objetivo sin volverse vegetariano ni sacrificar demasiado el goce de comer. ¿De qué manera? Un factor clave “La clave está en sustituir los alimentos —dice el doctor Peter O. Kwiterovich, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins—. Reemplace con alimentos bajos en grasa total, grasas saturadas y colesterol aquellos que son ricos en esta clase de grasas.” Emplee aceites vegetales y margarina blanda en vez de grasas animales y ghee, o gui, una especie de mantequilla clarificada de la India. Evite los aceites vegetales que son ricos en grasas saturadas, como el aceite de palma o de coco. Y limite considerablemente el consumo de productos de repostería industrial —rosquillas, pasteles, galletas y tartas— ya que por lo general contienen grasas saturadas. Además, sustituya la leche entera por leche descremada o baja en grasa (1% de materia grasa), la mantequilla por margarina, y los quesos normales por quesos bajos en grasa. Reemplace también los helados cremosos con helados elaborados con leche descremada, sorbetes o yogur helado bajo en grasa. Otra manera de disminuir el colesterol dietético consiste en reducir el consumo de yemas de huevo a una o dos por semana; en las recetas que requieran huevos utilice las claras o sustitutivos de huevos. Las carnes aparecen en la misma sección de la pirámide alimentaria que las aves y el pescado. No obstante, el pescado, el pollo y el pavo normalmente contienen menos grasa por ración que la carne de res, cordero y cerdo, dependiendo de la parte del animal y de la forma de prepararla. Las hamburguesas de carne de res, los perritos calientes, el tocino o panceta y las salchichas suelen ser muy ricos en grasas saturadas. Muchos dietistas recomiendan limitar el consumo diario de carne magra, pescado y aves a un máximo de 170 gramos. Aunque las vísceras, como el hígado, tienen propiedades nutritivas, debe recordarse que con frecuencia contienen mucho colesterol. A muchas personas les gusta picar algo entre comidas, como papas fritas, frutos secos, galletas, barritas de chocolate, etcétera. Los que reconocen el valor de una dieta sana reemplazarán estos productos por tentempiés bajos en grasa, entre ellos palomitas de maíz caseras sin mantequilla ni sal, fruta fresca y hortalizas crudas, como zanahorias, apio y brécol. Lleve la cuenta de las calorías Si centra su dieta en los carbohidratos complejos más bien que en los alimentos ricos en grasa, sin duda se beneficiará; además, en caso de que tenga sobrepeso, seguramente perderá kilos. Cuantos más cereales, hortalizas y legumbres ingiera en lugar de carne, menos grasa acumulará en su cuerpo. Rosa, mencionada en el segundo artículo, quería adelgazar 25 kilos en un año. Para perder medio kilo, debe consumir 3.500 calorías menos de las que necesita su organismo. Puede conseguirlo de dos maneras: comiendo menos o realizando más actividad física. Rosa decidió hacer ambas cosas. Ingirió cada día 300 calorías dietéticas menos y empezó a caminar 30 kilómetros a la semana, ejercicio con el cual gastaba 1.500 calorías. Ciñéndose a este plan, ha logrado perder medio kilo por semana. Las comidas fuera de casa Los restaurantes de comida rápida se han vuelto populares. Pero hay que tener cuidado porque los alimentos que ofrecen suelen ser ricos en grasas saturadas y calorías. Una hamburguesa grande o doble, por ejemplo, contiene entre 525 y 980 calorías, muchas de ellas procedentes de la grasa. Las comidas de estos establecimientos a menudo se fríen o se sirven cubiertas de queso, salsas u otros ingredientes de alto contenido calórico. La ingestión de tales comidas probablemente tenga repercusiones en su salud. Si en los restaurantes de su país se sirven raciones grandes de comida, debe vigilar la cantidad que ingiere. Puede pedir llevarse a casa lo que dejó en el plato. Algunas personas preocupadas por la dieta piden raciones más pequeñas. Hay parejas que comparten una ración normal, pero también piden una ensalada extra. Además, debe tener cuidado con los restaurantes que ofrecen una cantidad ilimitada de comida a un precio moderado, pues son una verdadera tentación para comer en exceso. Una dieta sana para todos Mientras que en Occidente la gente lucha contra la obesidad y se somete a operaciones de bypass, quimioterapia, radioterapia y costosos tratamientos médicos, gran parte de la humanidad carece de suficiente alimento e incluso muere de hambre. Sin embargo, en el prometido nuevo mundo de Dios, los problemas de alimento y nutrición serán cosas del pasado. La Biblia promete: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia”. (Salmo 72:16.) Entonces la humanidad sabrá cómo disfrutar de una abundancia de alimento de forma beneficiosa, ya que la Biblia también nos asegura: “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. (Isaías 33:24.) El día en el que se gozará de salud perfecta está próximo. Mientras tanto, podemos tratar de mantenernos en relativa buena salud haciendo buenas selecciones entre los alimentos que están a nuestra disposición.

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